Es difícil imaginar para la generación actual un mundo sin internet, sin aplicaciones en nuestros celulares, sin la inmediatez de los servicios en línea, y muchas otras comodidades que la tecnología nos ha traído con sus avances.
Nos resulta mucho más fácil y práctico solicitar comida mediante Rappi, o pedir un vehículo a través de Uber; o que tal enterarnos de los sucesos del mundo a través de nuestro portal de noticias preferido.
Sin embargo, no solo los usuarios finales se han beneficiado de los avances en materia de tecnologías de la información y comunicación; las empresas e instituciones han visto lo útil que llega a ser el uso de estas tecnologías, ya sea para mejorar sus procesos, facilitar la interacción con los usuarios o incluso para la automatización de tareas.
Las gestiones gubernamentales de algunos países, han notado el gran problema que es que la ciudadanía no acuda a realizar el pago de sus impuestos, así como la desinformación acerca de la planificación y avance de sus estrategias y programas. ¿Cómo se pueden solucionar estos problemas? ¡Para eso está el Gobierno Digital!
Existen alternativas para la adopción del Gobierno Digital como una forma de acercarse a la ciudadanía, a la par que se mejoran los procesos internos. Incluso puede que ya estemos familiarizados con algunas de estas alternativas, como los son los sitios web, las páginas para hacer trámites, los comunicados a través de redes sociales, entre otras.
Algunos países como Nueva Zelanda, Corea del Sur e Inglaterra, son reconocidos por ser vanguardistas en materia de Gobierno Digital, pues cuentan con elementos como los antes mencionados que agilizan los trámites para el ciudadano y permiten un rápido y fácil acceso a la información gubernamental. Otros países se encuentran en proceso de adopción del Gobierno Digital, tales como México y Portugal.
Sin embargo, poder decir que se cuenta con un Gobierno Digital de calidad no es tarea sencilla, pues requiere de infraestructura planificada y de calidad capaz de soportar los cambios, tales como servidores, equipo de desarrollo, software libre y personal preparado; eso sin contar con la reestructuración de procesos que involucra un cambio tan grande, pues ahora casi todo trámite debe ser electrónico y la documentación pasa a ser digitalizada, buscando dejar de lado el papeleo tradicional. ¿Quién no quisiera tener que simplemente realizar un pago en línea y descargar tu acta o recibo y que este tenga la misma validez que si hubieras ido a oficinas?
El camino para adoptar un Gobierno Digital está lleno de piedras nada fáciles de superar. La resistencia al cambio es una de ellas, pues es innegable el hecho de que no todos los ciudadanos confían en los medios electrónicos, principalmente la población con la mayoría de edad, lo que nos lleva a otro problema, que es la falta de presupuesto, regularización y de leyes que brinden seguridad y confianza. También encontramos la falta de personal capacitado para la implementación de los cambios, así como personal que apoye a la población en la utilización de los medios.
Si volteamos unos 20 años en el pasado, probablemente muchos no vivieron la experiencia que era realizar el trámite de un acta de nacimiento, o realizar el pago de un impuesto en oficinas, no obstante, aquellos que llegaron a experimentarlo, recordarán lo tedioso que resultaba a veces tener que formarse por horas para que, con suerte y si el anticuado sistema usado en oficinas no fallaba, pudieras realizar tus trámites. Lo cierto es que nadie queremos pasar por situaciones así.