A pesar de los intentos por llevar la fiesta en paz con el gobierno de los Estados Unidos (EU), Kaspersky será “baneado” del gobierno de Trump. El presidente de aquel país firmó una ley que prohíbe el uso de Kaspersky Antivirus, así como cualquier otro antivirus hecho por Kasperky Labs. Esta ley es aplicable para departamentos, agencias o cualquier otra organización federal. Este desacuerdo surgió luego que el antivirus de la empresa tomara los archivos de un agente de la NSA para revisión de malware. Cosa que puso en riesgo la seguridad nacional, además de los problemas reportados por información robada por piratas informáticos rusos.
Aunque la compañía afirmo que en cuanto se dieron cuenta del origen de los archivos estos fueron eliminados, el gobierno no quedó muy complacido. Kaspersky además facilitaba el código fuente de su software para que este fuera revisado. Pero nada de esto convenció a los altos mandos en Washington, ahora el congreso no quiere que las agencias federales usen antivirus comerciales.
Independientemente si Kaspersky tuvo que ver o no en el robo de información la decisión está tomada. No solo pierden a un buen cliente, sino que su reputación como proveedor de seguridad esta en tela de juicio. Necesitarán enmendarse para que sus clientes vuelvan a creer en ellos, sobre todo al tratarse del manejo de información clasificada de una de las más grandes potencias.