El 15 de diciembre Tesla lanzó una nueva política para el uso de sus estaciones de súper carga. Esto debido al congestionamiento que se empieza a detectar en muchas de sus estaciones. La idea de estos Superchargers es ayudar a quienes no tienen manera de cargar sus vehículos en sus casas o trabajos.
Tesla manifestó que parte de su interés principal es que tanto gobierno como usuarios de índole comercial usen más estos vehículos. Pero también puntualizaron que de encontrar usuarios que dejen sus coches conectados a la carga serán sancionados. La empresa de Elon Musk estará monitoreando el uso de cada usuario así como el comportamiento por estación. De encontrarse una anomalía o violación de políticas se podría negar el uso del servicio o bien bloquearlo para las demás estaciones.
Mientras tanto Tesla dejó ver que tienen un proyecto para seguir creciendo su red de súper cargadores. Pero esto también viene acompañado de otras medidas de que la compañía se ha visto obligada a tomar. El servicio dejará de ser gratuito para aquellos que usen los vehículos para fines comerciales, como taxis o que pertenezcan al gobierno y que hayan sido comprados después del 15 de diciembre.